Cómo seguir una rutina de cuidado facial consciente
Una rutina de cuidado facial es aquella que se enfoca en cubrir las necesidades de la piel del rostro, la cual está expuesta al sol, al maquillaje, y a muchos agentes directos como suciedad, bacterias, y más.
Para hacer una rutina completa en términos de cuidado facial, debe limpiarse, hidratarse o humectarse y proteger la zona. Son los pasos mínimos que se realizan en una piel para hacerla ver más joven, libre de manchas, acné o arrugas.
En caso de tener problemas en el rostro, entonces hay productos para combatir con estos inconvenientes, para evitar los signos de la edad en la piel, aclarar y rejuvenecer el rostro. Si quieres comenzar a tener un ritual de cuidado facial adecuado… ¡Sigue leyendo!
Los 4 pasos para una rutina de cuidado facial
Pese a que muchas veces podemos pasar esto inadvertido, es indispensable contar con una rutina de cuidado facial diurna y nocturna, en la que dediquemos 5 minutos para mantener nuestra piel atendida con sus necesidades particulares.
1. Limpieza del rostro
Para empezar, el primer paso será limpiar nuestra piel, ya no solo de los restos de maquillaje si no de todos los agentes contaminantes a los que estamos expuestas a lo largo de todo el día. También por la mañana es esencial este paso para limpiar los desechos y células muertas que se acumulan durante la noche y que nuestra piel pueda respirar.
Primeramente, para este primer paso puedes elegir entre un limpiador o cleaner líquido o un jabón sólido en función de si tu piel es más o menos seca.
Una vez a la semana puede ser beneficioso exfoliar también la piel: recuerda utilizar un exfoliante natural y libre de microplásticos. Puedes mezclarlo con el cleaner o si lo prefieres usar una mascarilla exfoliante, no olvides que no debes aplicarlo en el contorno de tus ojos ¡es muy sensible!
2. Tonificar y equilibrar
Esta pauta puede parecer trivial pero no lo es en absoluto. Al aplicar un tónico en nuestra piel conseguimos reequilibrar el PH de la misma y lograr esa sensación de bienestar en nuestro rostro ya que un buen tónico reactivará la dermis para prepararla para el siguiente paso, terminando de eliminar impurezas, unificando el tono y previniendo rojeces.
3. Iluminar y estimular
Para ello ,utilizaremos un sérum que gracias a su efecto antioxidante e hidratante, estimula la circulación y aporta una dosis de luminosidad a la piel. En el mercado existen infinidad de tipos de sérum para diferentes tipos de piel: reafirmante, antimanchas, antienvejecimiento, antigrasa…
4. Hidratar, nutrir y proteger
En el último paso de nuestra rutina de cuidado facial elegiremos una crema hidratante adecuada para nuestro tipo de piel y el momento del día.
Por ejemplo, una piel grasa necesita una crema hidratante; una piel seca o madura necesita una crema humectante, y una piel mixta se hidrata a través de geles, preferiblemente. Debes reconocer entonces tu tipo de piel para poder elegir la adecuada.
Por otro lado, no utilizaremos la misma crema hidratante por la mañana que por la noche ya que al levantarnos es posible que nos interese aplicar una emulsión que además de hidratar nos proteja de los rayos del sol (preferiblemente con una cobertura de SPF 30). Además en este momento del día podemos incluir un tratamiento de contorno de ojos descongestionante y drenante.
Finalmente, al acostarnos aplicaremos en este paso una crema que nos ayude a intensificar la hidratación o bien una crema antiarrugas.
¿Qué cosas evitar a la hora de realizar tu rutina de cuidado facial?
Recuerda, es importante hacer estos pasos dos veces al día. Para la noche solo deberás evitar el protector solar y poner una crema humectante (aunque tu piel sea grasa), para que tenga los nutrientes necesarios durante toda la noche y se regenere la piel.
Además, es importante evitar una rutina genérica en donde no se considere tu tipo de piel ni necesidades especiales. Aunque le haya funcionado a tu amiga o hermana, no son las mismas condiciones en tu piel, así que primero cerciórate de lo que puedas utilizar. También, puede ser contraproducente utilizar exfoliantes de grano muy grueso (sobre todo si tienes acné o poros abiertos), así como agua de rosas, aceites o serums que tengan alcohol.
Asegúrate que sean productos naturales y libre de químicos. Tampoco laves tu rostro con el jabón corporal. Aunque sea de avena, natural, y tenga características excelentes para el cuerpo, el rostro necesita jabones de PH más neutro, controlados y con una fórmula más suave para no desarrollar alergias ni irritaciones.
Productos para utilizar en tu ritual de cuidado facial
Cada vez más existen marcas y compañías que desarrollan productos especializados para la piel. Sin embargo, hay algunas empresas que tienen un reconocimiento comprobado en la industria.
Estos son los mejores para comenzar tu rutina de cuidado facial y no arriesgar tu piel mientras encuentras los productos correctos.
Nosotras recomendamos:
1. Kriim: productos honestos y eficaces a través de una cosmética natural, sostenible e inclusiva. Su rutina de cuidado facial incluye algún paso adicional a los de arriba mencionado y cuenta con una extensa gama de limpiadores y sérums.
2. Banbu Zero Waste: Aunque su producto estrella es un desodorante sólido, también cuenta con una linea de cuidado facial donde podrás encontrar discos limpiadores reutilizables, rollers faciales y esponjas Konjac. Vero y Rodri son los creadores de esta firma de cosmética zero waste con valores e ingredientes 100% naturales certificados, veganos, toxic free, cruelty free y sostenibles.
3. Ringana: Los productos son 100% naturales, veganos, libres de parabenos (conservantes) y PEG, emulsionantes, colorantes artificiales y fragancias sintéticas. Cuentan con sus propios laboratorios para desarrollar los productos y todas las materias primas utilizadas tienen la mejor calidad disponible en el mercado mundial, que provienen de cultivos libres de OMG. En nuestro retiro de yoga en Barcelona tuvimos la oportunidad, gracias a la profesora de yoga y divulgadora de la vida consciente Andrea Nutini, de probar una rutina de autocuidado facial con productos de Ringana y ¡fue una experiencia maravillosa!
4. Naáy: situados en Cabezón de Pisuerga, Valladolid, un entorno natural privilegiado, formulan y producen cosméticos compuestos por extractos de plantas, aceites vegetales y esenciales, mantecas y ceras extraídas de la naturaleza que el cuerpo sí reconoce, acepta y por tanto aprovecha. Evitan el uso de colorantes y perfumes artificiales, conservantes pesados, tensioactivos sulfatados, así como derivados de petróleo y tóxicos innecesarios.
Como ves, una rutina de cuidado facial cuenta con algunos pasos que, de aplicarlos correctamente, te ayudarán a mantener la juventud saludable de tu piel más tiempo, su elasticidad, y la protección contra manchas y arrugas que todos necesitamos.
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